miércoles, 24 de septiembre de 2008

La cuestión del sentido


La cuestión del sentido

Como saben algunos amigos e interlocutores, me he estado ocupando en la cuestión del sentido en relación con el proyecto de vida. El domingo recién pasado estuve en la Comunidad parroquial de san Pedro Mártir, en el sur de la Ciudad de México, en la presentación del libro, “Pueblos originarios de la Ciudad de México Atlas etnográfico”. Tomó la palabra la maestra Virginia Zamora, del Movimiento Popular de Pueblos y Colonias del sur, quien se definió a sí misma, como de la “tercera edad”. Relató entre otras cosas acerca de la marcha y toma de la autopista México-Cuernavaca y de cómo el comandante del cuerpo de Granaderos no se atrevió a obedecer la orden de cargar contra los viejitos que marchaban en protesta por los abusos contra sus bienes y propiedades. El punto es que estas personas de la “tercera edad” tienen un por qué de la vida, situaciones por las que luchar y lo hacen con determinación, claridad y gusto. Así que por lo que pude conversar y observar, por ningún lado parece que vivan en el vacío ni dominical en particular, ni existencial en general. Diríamos entonces que una cosa es retirarse de una actividad laboral y otra muy distinta el compromiso permanente con la vida, no en abstracto sino consigo mismos y con la comunidad. Como nuestro mundo es imperfecto, hasta convendría tener más días de los concedidos para continuar en la diversión.