¿Cómo será el futuro? Es una magnífica pregunta y de la misma forma que diseñamos un puente, también el porvenir es objeto de invención. Depende de nosotros ese escenario futuro y para ello tenemos enfrente dos actitudes de donde elegir, son sencillas pero antagónicas. Por una parte podemos continuar en el uso intensivo de las reservas petroleras y carboníferas, la privatización del Amazonas para sobrexplotarlo, hacer caso omiso de los millones de segregados y hambrientos de este mundo, incluso mirar con indiferencia a la mujer que quieren apedrear en Irán, por causas además de ridículas, transgreden los derechos más fundamentales del fuero interno.
Por otra parte, es posible avizorar otro horizonte: el de los beneficios de la ciencia y la tecnología para todos, pero para todos, con lo que ello implica: fabricación de órganos sin donantes, vacunas para curar el side, producción de energía eólica, solar, redistribución racional del PIB, o los recursos que provienen de la recaudación del IVA y cuanto impuesto se los ocurra...o ¿es hora del intercambio justo?
