domingo, 23 de octubre de 2011

El paraíso de los sentidos

Hace un rato estuve hojeando un librito de Watzlawick, El sentido del sinsentido...donde consigna que de muy buena fuente se ha enterado que a Dante se le traspapelaron sus notas cuando escribía La divina comedia, por tanto, el lema que aparece en la entrada al Infierno: "los que entren aquí, abandonen toda esperanza" en realidad debería estar en la puerta de entrada del Paraíso, a menos que este fuera imperfecto, cuestión que el pensamiento occidental es poco probable, pues como sabemos campea, asuntos tan arraigados como la culpa.

Probablemente la rendija para escapar de las perfecciones nos lo ofrecen los sentidos, tan minuciosamente descritos por Aristóteles en el De ánima. Si en cada día de la semana atendiéramos uno de los sentidos, al cabo de un tiempo podríamos reestructurar nuestros modos de percepción, pues probablemente el circuito neurológico se impactaría mediante la repetición actos, que generan hábitos, carácter y finalmente un derrotero distinto, que ubique el supuesto Paraíso, en el contexto de nuestra vida presente, se trata de eso, conectarse con el presente.

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